Fragmento de un libro para Cachilo de Marcos Bragagnolo
Conocí a Cachilo y su obra en una muestra de la Biblioteca Alberdi hacia mediados de los noventa, una época sin conexiones virtuales, pero plena en lazos vecinales. Desde entonces, los seguidores de su arte le reclamamos un libro, un álbum, un elemento compilador del material cosechado.